Un grupo de obreros de construcción civil, que marchaba por las calles de Chimbote para protestar contra una posible aprobación del proyecto de ley que recorta el remanente minero a las regiones, tomó ayer las instalaciones de la Municipalidad Provincial del Santa.
De manera sorpresiva y haciendo uso de la fuerza, los obreros ingresaron violentamente al palacio edil, que por precaución había cerrado sus puertas. Los miembros de la Policía Nacional que habían hecho un cordón en la puerta principal del municipio no pudieron hacer nada para evitar el ingreso raudo de los manifestantes.
Estos hechos ocurrieron cerca de las 11 de la mañana, los hombres del andamio atropellaron a varios efectivos y tras jalonearlos irrumpieron en el palacio municipal lanzando vivas en contra de la alcaldesa Victoria Espinoza García, a quien reclamaron el pago de sueldos y respeto a sus derechos laborales.
“Hace tiempo hemos solicitado audiencia a la alcaldesa; sin embargo, no ha dado respuesta, por eso estamos hoy exigiendo que nos escuche. Los obreros que laboramos en las diferentes obras del municipio estamos impagos desde hace dos meses, además no se nos reconoce los derechos laborales de algunos trabajadores que por ley les asiste”, denunció el dirigente Rufino García.
A los pocos minutos de haber sido tomado el palacio municipal llegaron más efectivos policiales como refuerzo, un grupo de ellos ingresó al municipio y tras conatos de bronca retiró a los hombres del andamio que gritaban por los diferentes niveles de este local municipal.
Hasta el mismo municipio llegó el jefe de la División Policial de Chimbote, coronel Carlos Sáenz Morales, quien condenó los hechos de violencia originados por los obreros de construcción civil de la facción del consejero regional Ezequiel Nolasco Campos.
“No es la forma de reclamar, no se puede afectar la tranquilidad de una parte de la población con este tipo de hechos”, dijo indignado.
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